Al haberse convertido en una fuente de enriquecimiento, el subarriendo en Airbnb puede resultar también una fuente de problemas legales. ¿Cómo subarrendar legalmente su alojamiento en la plataforma?
En 2017, un inquilino fue multado con 5.000 euros por subarrendar su alojamiento en la plataforma de la Airbnb. El caso fue ampliamente publicitado pero demostró que el inquilino estaba equivocado, ya que aparentemente no había advertido a su propietario que estaba subarrendando el alojamiento que ocupaba. Esta práctica está cada vez más extendida y puede resultar
Para subarrendar, el propietario debe tener conocimiento de lo siguiente
Esta ha sido la regla básica de subarriendo en la Airbnb desde hace varios meses. El propietario del alojamiento que ocupe debe ser absolutamente consciente de su intención de subarrendar su casa. Por lo demás, la ley prevé fuertes multas, aunque muchos logren colarse por la red.
Es mejor vivir en paz y tranquilidad diciéndole a tu casero que jugar a la ruleta rusa y arriesgarse a una gran multa.
El propietario debe dar absolutamente su acuerdo
Una vez que el propietario ha sido notificado, la ley establece un plazo para que el propietario considere su solicitud. Al final de este período de 15 días, el propietario debe dar su acuerdo. Si este último, por razones X o Y, no le autoriza a subarrendar su vivienda (aunque sus alquileres estén al día o hayan sido pagados con meses de antelación) no se lanzará en modo alguno a una aventura judicialmente peligrosa al subarrendar su vivienda.
La ley también regula esta petición a su propietario. Concretamente, es una petición oficial del alguacil o una carta certificada dirigida a su propietario. Esta solicitud debe incluir la duración del subarriendo así como el alquiler que solicita para la estancia en su alojamiento. Esto puede ser por noche, por semana o por mes.
En el plazo mencionado, el propietario debe devolverle una autorización escrita de subarriendo que debe enviar imperativamente a su subarrendatario. El propietario no puede, por ley, interferir en el subarriendo ni desalojar al subarrendatario durante el período de subarriendo.
Sin embargo, esta parte de la ley está sujeta a la fecha en que se firma el contrato de arrendamiento entre usted y su propietario. De hecho, todo contrato de alquiler firmado antes del 27 de marzo de 2014 está exento de solicitar un subarriendo después del propietario para permitir al inquilino subarrendar su unidad.
El subarriendo legal no puede generar beneficios
En 2017 se revisó la ley, reformulando la situación financiera del subarriendo de Airbnb. En efecto, según las modificaciones introducidas en la ley Airbnb, el inquilino que subarriende su vivienda no puede, en ningún caso, si quiere evolucionar legalmente, obtener ningún beneficio de su actividad.
Más simplemente, si por ejemplo usted es un inquilino y desea subarrendar en Airbnb con su apartamento, estudio o cualquier otra vivienda. La cantidad total generada por su actividad en la Airbnb no puede exceder su renta mensual. El alojamiento que se le alquila a 1.000 euros no debe, por tanto, producir legalmente más de 1.000 euros de ingresos a través de su subarriendo en la Airbnb.
Casos especiales de residencias y condominios de estudiantes
Según la ley, es muy posible subarrendar una vivienda perteneciente a una copropiedad. Sin embargo, esta copropiedad debe cumplir una condición, las normas de esta última deben autorizar un uso como alojamiento turístico amueblado. Sin embargo, está estrictamente prohibido subarrendar una habitación de estudiante.